
Según un mensaje en su perfil de X, la situación podría ser aún más grave que la que actualmente involucra a la diputada Jacqueline.



Por Elvin Sánchez
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) se encuentra inmerso en una fase crucial de construcción institucional. No reconocer esta realidad equivale, en términos políticos, a que un paciente ignore un diagnóstico médico grave: un acto de negación que puede resultar letal. El PRM, aún en el poder, no ha consolidado su identidad ni su estructura partidaria con la profundidad y madurez requeridas por la estabilidad democrática.
2020: Una Coyuntura Excepcional
La victoria del PRM en las elecciones de 2020 respondió a una coyuntura electoral altamente favorable, marcada por un profundo desgaste del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), una sociedad ansiosa por el cambio, y una correlación de fuerzas que se inclinó drásticamente a su favor. Las condiciones subjetivas—el ánimo del electorado, el hartazgo con la corrupción y la falta de renovación del PLD—jugaron un papel crucial. Pero estas condiciones fueron específicas a ese momento.
Mirando hacia 2028, es prematuro prever el desenlace electoral. Sin embargo, resulta poco probable que el PRM vuelva a contar con una combinación tan propicia de factores objetivos y subjetivos como en 2020 o incluso en 2024. La historia nos enseña que los ciclos políticos son finitos, y que el poder, si no se administra con visión estratégica, puede convertirse en un bumerán.
Crisis de Liderazgo y Reconfiguración del Sistema de Partidos
La idea de que la desaparición física de los grandes líderes históricos precipitó la crisis de los partidos tradicionales contiene parte de verdad, pero no es el factor determinante. El PLD gobernó durante 20 años—con apenas un cuatrienio de interrupción—pese al retiro paulatino de Juan Bosch. El problema fue, más bien, la pérdida de cohesión interna, el excesivo pragmatismo y la desconexión con la ciudadanía.
El PRSC, por su parte, fue primero soporte y luego víctima de las alianzas políticas que marcaban la dinámica del poder. La fragmentación post-Balaguer dejó un legado de atomización de sus bases y la proliferación de proyectos personalistas.
En cuanto al PRD, la muerte de José Francisco Peña Gómez fue seguida por un triunfo electoral (2000), pero también por una incapacidad de renovación institucional. La división entre Hipólito Mejía y Hatuey De Camps fue un punto de inflexión que marcó el inicio del declive del partido blanco. Las condiciones objetivas y subjetivas de ese momento adversaron su intento de reelección, lo cual facilitó el retorno del PLD al poder.
La Historia como Espejo: Fragmentación y Ciclos Políticos
La historia política dominicana está marcada por un patrón constante: la división interna como causa principal de colapso partidario. El caso del Partido Azul y la ruptura entre Gregorio Luperón y Ulises Heureaux (Lilís) es un antecedente revelador. La decepción de Luperón ante la traición de su discípulo lo llevó al retiro definitivo.
En el PRD, la convención de 1986 entre Peña Gómez y Jacobo Macluta profundizó una fractura más dolorosa que la salida de Juan Bosch. Años después, el conflicto entre Danilo Medina y Leonel Fernández daría origen a la Fuerza del Pueblo, una escisión que fue determinante en la victoria del PRM en 2020.
Estas divisiones no solo debilitaron a los partidos, sino que reconfiguraron el sistema político. La ruptura del PRD trajo de vuelta al poder a Balaguer en 1986; la de Hipólito con Hatuey, al PLD en 2004; y la de Danilo con Leonel, al PRM en 2020. La historia dominicana es clara: la incapacidad de gestionar las contradicciones internas lleva a la derrota electoral y al colapso institucional.
Los Desafíos Estratégicos del PRM
El PRM tiene ante sí un conjunto de desafíos que no puede ignorar si desea sobrevivir como fuerza política dominante:
1. Construcción de una identidad partidaria sólida y espiritual, que supere el simple ejercicio del poder y fomente el sentido de pertenencia y lealtad entre sus miembros.
2. Consolidación institucional con una visión filosófica renovadora, que lo distinga de los viejos vicios del clientelismo, el sectarismo y el patrimonialismo político.
3. Formación de una militancia ética, con responsabilidad social, que valore el mérito y la trayectoria como criterios para la promoción interna.
4. Fortalecimiento del vínculo con las comunidades, no solo en época electoral, sino como política permanente de cercanía y escucha activa.
5. Apuesta por la educación política continua, formando cuadros con visión de Estado, sensibilidad social y valores democráticos.
6. Evitar la deriva hacia una maquinaria electoral, donde las estructuras se activan solo para ganar elecciones, vaciando al partido de contenido ideológico y visión programática.
7. Reconocer el talento interno, creando una cultura de reconocimiento, participación y respeto por las trayectorias individuales.
8. Impulsar un modelo de crecimiento territorial e ideológico, llevando propuestas innovadoras que seduzcan al electorado y motiven una participación consciente.
El Mayor Desafío: Romper el Ciclo de la División
El gran reto del PRM será evitar repetir el ciclo histórico de fragmentación que ha debilitado a todas las fuerzas políticas dominicanas. La clave está en saber jerarquizar las contradicciones, gestionar las diferencias y construir una cultura interna basada en el respeto, la fraternidad política y el sentido colectivo del poder.
El espejo de la historia está ahí, reflejando con crudeza las consecuencias de la desunión: cada división ha terminado por favorecer al adversario. La política dominicana no admite ingenuidades: o el PRM se reinventa con madurez y cohesión, o correrá la misma suerte que sus antecesores



Según un mensaje en su perfil de X, la situación podría ser aún más grave que la que actualmente involucra a la diputada Jacqueline.

Restan credibilidad al informe de Agricultura sobre daños de la tormenta Melissa y advierte sobre posibles fines politiqueros.


Su designación refleja la apuesta del Gobierno dominicano por la juventud, la excelencia académica y la diplomacia moderna.

Asegura que el Gobierno dominicano actuó con sabiduría al priorizar el interés nacional.

El dirigente político asegura que esta medida permitiría aliviar la carga económica que enfrentan actualmente los hogares.

Emocionado, resaltó la presencia de sus hijas y dijo que era la primera vez que las llevaba a un acto político para que conocieran su labor.

El líder de la Fuerza del Pueblo afirmó que el fracaso del Gobierno se debe a ineficiencia y aseguró que su partido encabeza el camino hacia el 2028.

Reafirma compromiso con la transparencia, la institucionalidad y primero la gente.










Señaló que el mecanismo debió consignarse cada año en el Presupuesto General del Estado para su ejecución.
