“La Canasta Básica Familiar: Un Desafío para los Trabajadores Dominicanos”

Quintil 1 (los más pobres): Gasto mensual estimado de RD$27,943.51

NACIONALES01/05/2025El Expreso RDEl Expreso RD
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Por : Elvis Rosario, ex candidato a senador San Cristóbal 

En la conmemoración del Día Internacional del Trabajador, resulta ineludible reflexionar sobre una de las principales preocupaciones que enfrentan los hogares dominicanos: el acceso a la canasta básica familiar. Este elemento, que debería representar una garantía mínima de bienestar, se ha convertido en un lujo inalcanzable para una amplia franja de nuestros trabajadores.

Según cifras oficiales del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), el costo promedio de la canasta básica familiar nacional al primer trimestre de 2025 es de RD$46,716.79. Esta canasta no es distinta para ricos o pobres: es una sola estructura que incluye lo esencial para vivir con dignidad —alimentación, vivienda, transporte, salud, educación y cuidado personal.

Sin embargo, el drama social emerge al observar la capacidad real que tienen nuestros trabajadores para cubrirla. Los quintiles de ingreso —clasificación que divide a la población en cinco grupos de acuerdo a su poder adquisitivo— revelan esta profunda desigualdad:
    •    Quintil 1 (los más pobres): Gasto mensual estimado de RD$27,943.51
    •    Quintil 2: Gasto mensual estimado de RD$36,316.68
    •    Quintil 3: Gasto mensual estimado de RD$42,876.18

Esto significa que más del 60% de la población dominicana no tiene capacidad económica para cubrir totalmente la canasta básica familiar nacional, y en muchos casos, ni siquiera alcanzan los niveles mínimos de alimentación establecidos por el Estado.

Esta precariedad se acentúa entre las mujeres, los jóvenes y los trabajadores informales, quienes constituyen una parte significativa de la fuerza laboral nacional. El ingreso promedio mensual en 2024 fue de apenas RD$21,667.00, lo que representa menos del 50% del costo de la canasta nacional. Es decir, trabajar no garantiza sobrevivir.

La canasta básica se ha transformado en un espejo que refleja el estancamiento del poder adquisitivo, la desigualdad estructural y el abandono de las políticas públicas centradas en el bienestar del trabajador.

Hoy, hacemos un llamado urgente a las autoridades y a toda la sociedad a asumir este desafío como una prioridad nacional. Garantizar que un trabajador pueda alimentar a su familia, educar a sus hijos y cubrir sus necesidades básicas no debe ser un privilegio, sino un derecho humano fundamental.

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